En la actualidad el deporte forma parte de la vida de la mayoría de las mujeres, incluso para muchas es su modo de vida. Hace algunos años ser madre y deportista podía ser excluyente, haciendo que muchas mujeres llegasen a perder su identidad única. A día de hoy las mujeres compatibilizamos nuestra vida familiar con nuestras aficiones y nuestro trabajo.

Grandes atletas del momento, incluso medallistas olímpicas, son madres de uno o más hijos. Liliana Fernández, competidora olímpica en Voley Playa ha estado entrenando para París 2024 mientras esperaba a su segundo hijo. Maialen Chourraut, medalla de plata en Tokio 2020 en la modalidad de piragüismo, es otro gran ejemplo de conciliación.

Fanny Blankers-Koen, atleta holandesa, desafió todo tipo de críticas para ganar 4 medallas de oro en los juegos olímpicos de Londres 1948. Lo hizo a la edad de treinta años, siendo madre de dos hijos y con tres meses de embarazo. Y es que ser madres y seguir persiguiendo nuestras metas se ha convertido en algo compatible, de hecho, estas madres y deportistas se han convertido en una inspiración para muchas de nosotras.

 

Ser madre y deportista: el embarazo

Aunque los tres primeros meses de embarazo pueden ser complicados y muchas tenemos que pausar nuestra actividad deportiva, después de estos meses, en la mayoría de los casos y si el embarazo marcha bien, el médico suele dar el visto bueno para retomar el ejercicio. Sí es verdad que hay que tomar ciertas precauciones y se recomienda reducir notablemente la carga en deportes de levantamiento de peso. Aún así por lo general, y siguiendo las indicaciones del ginecólogo, practicar deporte hasta el momento del parto nos beneficia.

Cuando hablamos de continuar con la planificación deportiva durante el embarazo, no nos referimos únicamente a las deportistas de élite. Practicar deporte durante el embarazo hará que tu cuerpo esté más tonificado, la musculatura evolucionará mejor, y el parto y la lactancia resultarán más cómodas. Practica deporte es beneficioso para todo el mundo.

Según los expertos practicar deporte durante el embarazo aporta no sólo beneficios físicos, sino también psicológicos, sobre todo la actividad aeróbica. Si una mujer tiene hábitos deportivos y no los interrumpe, disminuyendo la intensidad y el esfuerzo físico, con seguridad el parto será más corto y más llevadero. Las deportistas de élite, en su caso, aunque tengan un gran físico previo, también tendrán que modular su intensidad para cuidar el suelo pélvico. En el caso de las mujeres sedentarias que deciden empezar a hacer deporte durante el embarazo será el médico el que deberá decidir desde donde partir.

 

 

Conciliar la familia y el deporte

La conciliación y el deporte es un objetivo totalmente alcanzable, además podemos incluir a nuestros hijos en nuestras actividades, aprovechando para pasar tiempo en familiar y disfrutar juntos de aficiones en común. Ser madre y deportista puede ser un gran reto pero también algo bueno para nuestros hijos.

Abandonar el deporte por no tener suficiente tiempo y no lograr compatibilizarlo con el trabajo o la familia no es la mejor opción, ya que con una buena organización el deporte siempre va a ser un gran aliado en nuestras vidas. Las personas que practican deporte soportan más presión en su lugar de trabajo, llegan más relajados y son más competitivos. Además de esto, muchas personas tienen puestos de oficina o en los que tienen que pasar largas horas sentados, en este caso practicar deporte será la mejor manera de equilibrar todo el tiempo que pasan sentados y evitar problemas de espalda y de salud en general.

En el caso de los niños, practicar deporte con ellos siempre va a ser una buena opción, ya que favorece el crecimiento y la salud emocional de los más pequeños.

 

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